BACKGROUND: Levodopa inhalada: de la evidencia a la experiencia.
La mayoría de los pacientes con enfermedad de Parkinson sufren fluctuaciones motoras o períodos off, que impactan en sus actividades cotidianas, aumentan su discapacidad y empeoran su calidad de vida. A pesar de realizar múltiples ajustes en los horarios, en las dosis y en las tomas de medicación, no se consigue que estén libres de estas fluctuaciones. Es en este contexto en el que son necesarios los tratamientos a demanda o de rescate para tratar de mejorar los períodos off, con fármacos que tienen la ventaja farmacocinética de un inicio de acción mucho más rápido debido a que sus vías de administración no son orales. En la actualidad existen tres terapias a demanda para el tratamiento de las fluctuaciones: apomorfina subcutánea, levodopa inhalada y apomorfina sublingual. En general, la apomorfina subcutánea tiene un inicio de efecto más rápido, la apomorfina sublingual ofrece el efecto clínico más prolongado y la levodopa inhalada tiene el perfil de efectos secundarios más favorable entre las tres opciones. Cada uno de estos medicamentos tiene características únicas: tiempo de inicio, duración de acción y diferentes perfiles de efectos secundarios. La elección para cada paciente dependerá de sus necesidades y circunstancias individuales. Aprovechando el primer año de la introducción de la levodopa inhalada, revisamos estas terapias, centrándonos en la experiencia acumulada con esta nueva presentación galénica de levodopa.